Carlos J. Rosique / @CarlosJRosiqueM
Er Tabadillo comenzó a presentar su segundo disco en la sala Garaje / Joaquín M. R. |
La Pulquería contó en Murcia con dos teloneros para poner al público a tono. Los primeros en pisar las tablas de la sala Garaje Beat Club fueron el grupo punk murciano Er Tabadillo, un mítico en la escena musical de la ciudad que llevan desde el año 1996 dando caña. Poseen un directo que gusta, que engancha a los que hayan escuchado a los clásicos como The Toy Dolls, pero a la española. Un directo crudo y enérgico donde podemos escuchar grandes solos de guitarra, un batería muy potente y un cantante que consigue mover al público.
El problema que tuvieron al comenzar ellos el concierto fue que ni la sala tenía tanta gente como en los dos posteriores (el público empezó a entrar durante el concierto del segundo telonero) ni tenía tantas ganas de movimiento, supongo que se reservaba para los que iban detrás. Aún así, un directo contundente que mostró que la noche iba a ser especial.
Los valencianos Rubick, buen indie en español e inglés / Joaquín M. R. |
Un directo más cañero de lo que muchos esperábamos que marcó un gran contrapunto con el de sus compatriotas. Recordándonos a las bandas del pop inglés de los años '90 como Oasis o a algunas posteriores como Kasabian, los valencianos demostraron calidad dejando el público deseando escuchar más de ellos. Pero el plato fuerte venía detrás, y Rubick dieron paso a quienes todos habíamos ido a ver.
Tequila, narcocorridos, ska y La Pulquería
La Pulquería de vuelta a los escenarios tras dos años / Joaquin M. R. |
Los valencianos salieron con fuerza. Se notaba que ellos estaban deseando demostrar al grupo que los años no hacen empeorar la calidad, solo le dan más fuerza. Huracan Sánchez y sus muchachos dieron un repaso a toda su carrera, con especial énfasis en ese Corridos de Amor que tantas alegrías les dio. Canciones como No hay amor, La Migra, Pancho Tequila o su archiconocida El día de los muertos hicieron vibrar al público murciano.
Pero no por ello olvidaron canciones de sus otros dos discos como la coreada Cabeza Hueka que hizo saltar a todo el mundo en la sala. O el Gran Chingon donde el cantante salió disfrazado del personaje. No faltaron momentos con el tequila como protagonista y Huracan cruzando la sala en barca para darle un trago al técnico de sonido. Pero un momento muy interesante de la noche fue cuando la banda versionó sus propias canciones en un estilo bastante más soft del que nos tiene acostumbrados, pero haciendo que las mismas ganasen en calidad.
Este primer concierto de su pequeña gira solo ha demostrado que la banda sigue siendo una de las más interesantes del panorama español y que, si desean volver a los estudios o aumentar las fechas de su gira, pueden hacerlo con soltura. Su público estará esperándolos los años que tengan que esperar.
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